Resumen
El siglo XV castellano enfrenta una lucha por el predominio político de poderes
secularmente enfrentados: la monarquía y la nobleza. Por un lado los reinos están en proceso
de consolidación, de especialización creciente de sus facultades gubernativas y de
afianzamiento de las monarquías absolutas, como un adelanto decisivo en la historia de las
instituciones. Presenciamos las instancias de legitimación y propaganda por parte de los
teóricos del momento, en apoyo de este proceso de unificación en la persona del soberano de
todas las expectativas nacionales. Se comienza a elaborar la concepción de la objetividad del
Estado y consiguientemente, del poder soberano que se considera como una pieza del
mecanismo estatal y no como una posesión personal del príncipe. Esto lleva a teorizar sobre
lo que es el poder, a desarrollar la conciencia de límite y medida del mismo. Al mismo tiempo
que se establece la doctrina del poder absoluto, se elaboran en este proceso de objetivación,
las lindes del poder.