La filosofía y los asuntos humanos en Hume: aportes para una reflexión actual
Fecha
2011Autor
Rodríguez, Laura Isabel
Palabras clave
Hume, David; Filosofía; La razón; Utilidad social de la filosofía; Ámbito público; Práctica / teoría; Intelectuales / poderEditorial
Universidad Nacional de Mar del PlataMetadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
En el presente trabajo abordaremos el problema de la ocupación del filósofo en el espacio de lo público, a la luz de la crítica humeana a la filosofía de los gabinetes.
En términos generales podríamos caracterizar la filosofía moderna, como un espacio del pensamiento preocupado y ocupado en la unidad de las naciones. Los siglos que cubren la modernidad europea está atravesada por la emergencia de los estados nación, por el paso de la sociedad feudal hacia una sociedad que problematizará el poder basado en privilegios estamentales y territoriales, su fuente de legitimidad se constituirá en un tópico privilegiado: las investigaciones sobre el entendimiento humano, o sobre la
naturaleza humana o la razón se unen en el único gesto de considerar la realidad desde las solas luces de la razón. Tarea especulativa y a la vez política, dado que se trata de acompañar o responder aquel proceso de descomposición del ―Antiguo Régimen. Tanto en El tratado sobre la Naturaleza Humana, como en los Ensayos nos encontramos con una problematización de la filosofía en términos de su utilidad social; si la filosofía de los claustros invita a la indiferencia, entonces la acción en el ámbito de lo público pertenecerá a un registro diferente respecto del pensar filosófico, Hume se opone a esta separación, señala la necesidad de que el filósofo se entremezcle con los asuntos humanos: la novedad de este planteo reside en que dicha implicación del filósofo no sólo aportaría utilidad a la sociedad, sino a la filosofía misma.
El desdén humeano por la inutilidad de la filosofía y su interpelación a los filósofos a salir de sus gabinetes, a establecer comercio con los asuntos humanos, so pena de arriesgar su saber en una ficción peligrosa, constituye un motivo para volver a reeditar el problema de la relación entre práctica y teoría, entre los intelectuales y el poder.