Subvertir la tradición, las Estampas en la Semana Santa tandilense de 1996

Abstract

Durante la conmemoración de la Semana Santa de 1996, Tandil recibió miles de peregrinos y turistas. La parroquia del Santísimo Sacramento se encargó de la programación de los actos litúrgicos, mientras que la Dirección Municipal de Cultura y Educación preparó una serie de actos extraordinarios. Por su parte, la Dirección de Turismo se ocupó de informar sobre el alojamiento disponible, la variedad de hoteles, hosterías y casas de familia. también, la opción del camping para quienes disfrutan del aire libre. Las diversas alternativas ofrecidas incluyeron cabalgatas, bicicletas y caminatas para el fin de semana largo en la ciudad serrana. A su vez, los comerciantes engalanaron los negocios y paseos para recibir a la concurrencia. El programa de actos litúrgicos comenzó con la breve procesión desde la Plaza Independencia hasta la iglesia central de la Inmaculada Concepción donde fue celebrada la misa del Domingo de Ramos, liturgia replicada en los otros templos de la ciudad. Durante la semana se sucedieron los actos, las misas, los oficios especiales y las procesiones de cada día, destacándose el Viernes Santo por el recorrido del Vía Crucis en el monte Calvario, la multitudinaria Procesión del Cristo Yacente y la solemne misa cantada del Domingo de Pascua, entre otros, Los Actos Extraordinarios incluyeron un Salón de Arte Sacro en el Museo de Bellas Artes, obras de teatro en el Auditorio Municipal y en la Capilla Santa Gemma del Monte Calvario; comprendieron también funciones de poesía y música sacra, la Misa Criolla interpretada por artistas locales, música de tango y de jazz. Siguiendo la tradición, dentro de los Actos Extraordinarios de la Semana Santa se ofreció el drama sacro sobre la Pasión y Muerte de Jesús en el Anfiteatro Municipal. El espectáculo planteó una serie de diferencias formales con las dramatizaciones precedentes, lo que derivó en fuertes críticas a la par que desnudó antiguas rivalidades en la comunidad serrana. En el marco de la problemática de las políticas de construcción de las representaciones identitarias, nos interesa analizar en este artículo las Estampas de Semana Santa dirigidas por Marcelo Islas (1961). Para nosotras, este acontecimiento teatral fue claramente interpretado como un intento por subvertir una tradición inventada durante el primer peronismo, cristalizada más tarde como pura creación tandilense y largamente reproducida. En rigor, entendemos que lo se planteó en la escena comunitaria fue una disputa por la autoridad simbólica del espectáculo, entre los mismos actores sociales que lo sostuvieron durante años, y que terminó en ruptura años después.