Familia y trabajo : los territorios de la agricultura familiar : Colonia La Suiza, partido de Lobería : (1976-2015)
Fecha
2020Autor
Aranguren, Cecilia Inés
Director
Bustos Cara, RobertoPalabras clave
Economía; Estrategia; Territorio; Agricultura familiarMetadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Aunque signada por profundos procesos de cambio, la agricultura familiar en la
ruralidad argentina, configura en el presente un sujeto relevante en las tramas
productivas y comunitarias. Esta tesis hace foco en los procesos constitutivos de los
territorios de la agricultura familiar a partir del estudio de las formas de persistencia de
cuarenta familias productoras del partido de Lobería (sudeste la provincia de Buenos
Aires-Argentina) con especial interés en la Colonia La Suiza fundada en 1952. Hemos
analizado cómo las familias han persistido, cuáles han sido sus principales estrategias
de reproducción y qué implicancias asumen sus prácticas en el devenir de los territorios.
Nos preguntamos: ¿qué territorios construye la agricultura familiar?, ¿cuáles han sido
sus procesos constitutivos?, ¿cuáles sus formas y contenidos?, ¿qué características
adquieren sus rugosidades y qué implicancias han tenido en las prácticas?
El desarrollo de esta indagación implicó la construcción de una configuración teórica
que integró aportes conceptuales de la teoría crítica del espacio geográfico, de las
filosofías de la diferencia, y del estructural constructivismo. El abordaje adoptó una
perspectiva histórica, a través del análisis de las trayectorias familiares, reconstruidas a
partir de relatos de vida, recuperando sus formas narrativas, sus polifonías y puntos de
clivaje. En el devenir del análisis de los procesos constitutivos de los territorios de la
agricultura familiar, identificamos cuatro nudos problemáticos: las transformaciones en
la familia y el trabajo, el particular lugar que ocupan las mujeres en la agricultura
familiar, y la trama de la identidad en los arreglos familiares y la herencia.
La perspectiva metodológica adoptada fue de tipo cualitativa e interpretativa.
Trabajamos con el método biográfico, en particular con uno de sus registros narrativos:
los relatos de vida. Procuramos develar las formas diversas en que las vidas se narran,
enfatizando en la producción dialógica de sentidos y en las polifonías. El ajuste teóricometodológico
fue un movimiento continuo en el proceso investigativo. Si bien la
evidencia empírica fue construida con metodologías cualitativas, y prima la
interpretación como enfoque, también nos hemos valido de otras técnicas que nos
permitieron trabajar con un número importante de dimensiones de análisis.
En tanto consideramos al territorio como entramado de relaciones de poder, resultó ineludible hacer foco en los procesos constitutivos de los sujetos, y en tanto que toda
práctica se constituye en el campo discursivo, es que afirmamos que el territorio también
se vuelve un relato. Los estudios agrarios del presente vuelven sobre la noción del
desierto, metáfora aplicada a fines del siglo XIX para identificar el territorio pampeanopatagónico
y chaqueño conquistado, invisibilizando la territorialidad pre-existente de
comunidades indígenas o campesinas. En la actualidad, la denominación desierto verde
referencia al producto de aquella revolución que diseñó un modelo de agricultura
empresarial y especializada que desplazó sujetos, así como simplificó y homogeneizó los
sistemas productivos. Sin embargo, este modelo de agricultura, que diseña procesos de
desterritorialización y por lo tanto de reterritorialización, procuró también la constitución
de sujetos integrados o incluidos, para el despliegue de diversos mecanismos de control
territorial en varias dimensiones: tecnológicas, culturales y sociales. Así como no hay un
final para la familia como ilusión bien fundada, sino procesos de cambio en su fisonomía
y figuraciones, se advierte que el fin de la agricultura familiar y la vida rural, tampoco
revierten tanta evidencia.
Si bien asumen claridad los procesos de un modelo agrario que diseña una agricultura
con concentración del capital, reducción del número de explotaciones agropecuarias, y
despoblamiento rural, observamos que las familias estudiadas han construido
estrategias con un final abierto para las nuevas generaciones. Ciertamente no podemos
afirmar con certeza aseveraciones que indiquen un final insoslayable, nos inclinamos a
pensar en procesos de transformación con continuos, discontinuos, así como diversas
densidades. El territorio de la agricultura familiar se encuentra en disputa. Quienes se
han integrado al nuevo modelo agrario, no solo tensionan la categoría, sino que
traccionan un proceso de desterritorialización signado por procesos de dependencias,
generación de incapacidades en tanto desterritorialización de saberes, y reproducción de
un discurso homogeneizante (Giraldo, 2018).
¿Cómo construir un sujeto de la agricultura familiar capaz de diseñar sus reglas
propias en el marco de un modelo que augure su propia constitución? La agricultura
familiar como sujeto político disputa sentido en un territorio que es la expresión
hegemónica de un proyecto ideológico, ¿qué papel juega este sujeto en la disputa? Este
interrogante interpela no solo a una teoría de la acción, sino al campo de la discursividad. La potencia de la idea de lo antagónico se halla en la posibilidad de abrir nuestra
reflexión hacia el modelo agrario propuesto/impuesto por la revolución verde y su
sostenibilidad ciertamente imposible, que insiste en la construcción de un territorio
escindido. Sin embargo, son los propios sujetos de la agricultura familiar los que disputan
un lugar en el modelo que augura su propio desplazamiento en términos de
permanencia y sustentabilidad. Las familias productoras muestran conciencia plena de
las consecuencias derivadas del modelo: despoblamiento, pérdida de autonomía en las
decisiones, degradación de los bienes naturales comunes, pérdidas económicas, riesgos
de salida de la producción. Mas no hay percepción plena de las posibilidades de cambio
de modelo y ciertamente es muy potente la idea de imposibilidad como recodificación
lograda por el modelo hegemónico. Así el sujeto de la agricultura familiar logra sintetizar
la disputa.
Tensionar las lógicas de un modelo excluyente implicará el diseño de políticas
integrales que auguren la sustentabilidad en todas sus dimensiones, así como en
términos distributivos y en la propia constitución del sujeto. La discusión del modelo
agrario no debería girar sólo alrededor de cuestiones técnicas u oposiciones restrictivas.
No se trata solo del diseño de buenas prácticas en la agricultura, o producir sin
agroquímicos, o mucho menos propuestas antiéticas como compensar los daños
generados en los bienes naturales comunes. La discusión del modelo agrario constituye
una discusión política, filosófica, y de género y por lo tanto en disputa. Although marked by deep processes of change, family agriculture in rural Argentina
configures in the present a relevant subject in the productive and community
networks. This thesis focuses on the constitutive processes of the territories of family
agriculture based on the study of the forms of persistence of forty producer families
of the Lobería party (southeast of the province of Buenos Aires-Argentina) with
special interest in the Colonia La Suiza founded in 1952. We have analyzed how
families have persisted, what their main reproduction strategies have been and what
implications their practices assume in the future of the territories. We ask
ourselves: ¿ q HAT territoriesDoes family farming work? What have been its
constitutive processes? What are its forms and contents? What characteristics do its
roughnesses acquire and what implications have they had on practices?
The development of this inquiry implied the construction of a theoretical
configuration that integrated conceptual contributions from the critical theory of
geographic space, the philosophies of difference, and structural constructivism . The
approach adopted a historical perspective, through the analysis of family trajectories
reconstructed from life stories, recovering its narrative forms, its polyphony
and p daubs cleavage . In the future of the analysis of the constitutive processes of
the territories of family farming , we identified four problematic
nodes: transformations in the family and work, the particular place that women
occupy in family farming, and the fabric of identity in family arrangements and
inheritance.
The methodological perspective adopted was qualitative and interpretive. We
work with the biographical method , in particular with one of its narrative
registers: the life stories. We try to reveal the diverse ways in which lives are
narrated, emphasizing the dialogic production of meanings and polyphonies. E l
theoretical methodological adjustment was a continuous movement in the research
process. Although the empirical evidence was built with qualitative methodologies,
and interpretation prevails as an approach, we have also used other techniques that
allowed us to work with a significant number of analysis dimensions. As long as we consider the territory as a network of power relations, it was
unavoidable to focus on the constitutive processes of the subjects, and as all practice
is constituted in the discursive field , we affirm that the territory also becomes a
story. The agrarian studies of the present return to the notion of the desert, a
metaphor applied at the end of the 19th century to identify the conquered Pampean-
Patagonian and Chaco territory , making invisible the pre-existing territoriality of
indigenous or peasant communities. At present, the term green desert reference to
the product of that revolution that designed a model of agriculture entrepreneur l
and specialized subjects which displaced and simplified and homogene i nization
production systems . However, this model of agriculture, which designs processes
of deterritorialization and therefore reterritorialization , also sought the constitution
of integrated or included subjects, for the deployment of various mechanisms of
territorial control in various dimensions: technological, cultural and social. Just as
there is no end to the family as a well-founded illusion , but rather processes of change
in its physiognomy and figurations, it is noted that the end of family farming and
rural life does not reverse so much evidence either.
Although the processes of an agrarian model that designs an agriculture
with concentration of capital, reduction of the number of agricultural holdings, and
rural depopulation clearly assume , we observe that the studied families have built
strategies with an open end for the new generations. Certainly we cannot affirm with
certainty assertions that indicate an unavoidable end, we are inclined to think of
transformation processes with continuous, discontinuous, as well as different
densities. The territory of family farming is in dispute. Those who have joined the
new agricultural model, not only stressed the category, but traccionan a PR ocess
of deterritorialisation marked by processes of dependency, disability generation
as deterritorialisation of knowledge, and reproduction of a speech homogenizing .
How to construct a subject of family farming capable of designing its own rules
within the framework of a model that augurs its own constitution? Family farming
as a political subject disputes meaning in a territory that is the hegemonic expression
of an ideological project. What role does this subject play in the dispute? This
question questions not only a theory of action, but the field of discursivity . The power of the idea of antagonism is found in the possibility of opening our reflection
towards the agrarian model proposed / imposed by the green revolution and its
certainly impossible sustainability, which insists on the construction of a divided
territory . However, it is the subjects of family farming themselves who dispute a
place in the model that predicts their own displacement in terms of permanence and
sustainability. Producing families show full awareness of the consequences derived
from the model: depopulation, loss of autonomy in decisions, degradation of
common natural assets, economic losses, risks of leaving production. But there is no
full perception of the possibilities of changing the model and the idea
of impossibility as recoding achieved by the hegemonic model is certainly very
powerful . Thus the subject of family agriculture succeeds in synthesizing the
dispute.
Tensioning the logics of an exclusive model will imply the design of
comprehensive policies that augur sustainability in all its dimensions, as well as in
terms of distribution and in the constitution of the subject itself. The discussion of
the agrarian model should not revolve only around technical issues or restrictive
oppositions. It is not only about the design of good practices in agriculture, or
producing without agrochemicals, or much less unethical proposals such
as compensating for the damage generated in common natural assets. The discussion
of the agrarian model constitutes a political, philosophical, and
gender discussion and therefore in dispute.
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- Tesis de postgrado [1417]
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