Resumen
Durante los últimos meses del 2019 y los primeros del año 2020, el mundo ha sufrido consecuencias sociales y económicas producto del avance del virus COVID-19, que aún a mediados del año 2021 continua bajo las características de pandemia.
Las organizaciones, como estructuras sociales inmersas en el contexto mundial, no han sido ajenas a este fenómeno, siendo fuertemente afectadas, al encontrarse ante un elemento distorsionante de la realidad habitual. Esta situación de gran incertidumbre, con ribetes de excepcional e impredecible, ha exigido rápidas respuestas por parte de los directivos. En este sentido, ha surgido la necesidad de reevaluar y replantear, si fuera necesario, los modelos y estilos de conducción y liderazgo empleados hasta el 2019.