La incorporación de la responsabilidad social a la gestión empresaria como factor de valor en entornos competitivos

Abstract

En los últimos años, la responsabilidad social ha sido abordada por diversas áreas del conocimiento, entre las cuales, la administración es una de las que cuenta con mayor cantidad de estudios. Esto se debe, principalmente al cambio de paradigma experimentado en las organizaciones, en el cual el sector empresarial comienza a orientarse al triple impacto. Sumado a ello, los emprendedores desde el nacimiento de su proyecto ya lo planifican en clave ambiental, con estrategias de economía circular y reducción de su impacto. Por otra parte, la existencia de factores del contexto que acompañan el fenómeno como la competitividad, la exigencia de mayor transparencia por parte de las compañías, las iniciativas de organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la multiplicación de consumidores responsables, entendidos como aquellos que valoran la ética empresarial y se preguntan qué consumen y cómo se produce más allá del precio, son determinantes a la hora de pensar el compromiso socialmente responsable a llevar a cabo por las empresas. Como contrapartida, existen miradas opuestas que pregonan una postura reticente al nuevo escenario, fundamentado en la imposibilidad de las empresas de hacerse cargo de problemas sociales, el posible descuido que puede generarse de los accionistas y la figura del Estado como responsable único del bien común. Este debate que cuenta con exponentes significativos en ambos lados, nos lleva a preguntarnos si la responsabilidad social en las empresas puede ser considerada una opción al momento de ser evaluada como una ventaja competitiva. Para dilucidar este interrogante es que nos cuestionamos: ¿Es una obligación o una opción? ¿Quiénes constituyen los destinatarios de dichas acciones?, ¿Cuál es el orden prioritario en su cumplimiento? En respuesta a estos planteos, el objetivo del trabajo es realizar una revisión de los argumentos que motivarían asumir responsabilidades sociales corporativas que permitan ser apreciadas por los distintos públicos como ventajas que faciliten la competencia a partir de su valoración. A tal fin, se define el alcance de la responsabilidad social interna y externa, posteriormente, se reflexiona sobre el orden prioritario de dichas responsabilidades y las dificultades para asumirlas. Finalmente, se esgrimen los principales argumentos a favor y el impacto del valor agregado que, como ventaja competitiva, generaría su incorporación en la gestión.