La justificación de los enunciados causales
Fecha
2015Autor
Hasrun, Hipólito Manuel
Palabras clave
Causalidad; Justificación; Enunciados causales; MetafísicaEditorial
Hemisferio Derecho.Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Al menos desde Aristóteles, la causalidad juega un rol central en la explicación de los fenómenos. Y la justificación de los enunciados causales es uno de los problemas filosóficos que afecta a todas las disciplinas con pretensión de conocimiento, como las ciencias. Ahora bien, ¿qué hace que un enunciado causal sea verdadero?
Esta pregunta debe refinarse más, ya que pueden distinguirse dos clases de enunciados causales (EC): los generales y los singulares. Uno general (ECG) sería, por ejemplo, “el calor causa que el helado se derrita”; uno singular (ECS), “el calor del horno causó que mi helado se derritiera”. Entre estos dos tipos de EC gira la discusión de su fundamentación: para la postura singularista” los ECG son verdaderos porque generalizan múltiples ECS verdaderos; para la postura “generalista”, por el contrario, los ECS son verdaderos por ser instancias particulares de un ECG verdadero. Si bien esta polémica depende, al menos en parte, de qué se entienda por “causa”, es claro que las condiciones de verdad de ambos tipos de EC están relacionadas.
Esta controversia se ha enmarcado, desde mediados del siglo XX, dentro de una concepción de la ciencia que asigna a las leyes el rol central: la principal tarea de la ciencia es encontrar leyes (especialmente, del tipo ECG) y emplearlas para explicar y predecir fenómenos.
Nótese que no se trata de discutir la validez de la inducción (esto es, si es legítimo reunir un conjunto de enunciados observacionales verdaderos e inferir a partir de ellos un enunciado universal) ya que es la verdad de los distintos ECS la que está cuestionada: ¿por qué es verdad que Ci causó (y no meramente precedió a) Ej?
Desde hace aproximadamente una década, se ha comenzado insistir en que el papel preponderante en la ciencia debe ser ocupado no por las leyes, sino por los mecanismos causales. Esta propuesta neomecanicista subraya que los mecanismos aportan una correcta comprensión de los procesos internos: dado C, el mecanismo M causa E. Stuart Glennan propone que la perspectiva causal neomecanicista es singularista; esta afirmación es discutida en este trabajo.
Un enunciado causal mecanicista (ECM) es verdadero cuando se ha identificado el mecanismo, y esto no es meramente describir el proceso que, dado C, produce E. Eso es dar una explicación genética: narrar los eventos o estados intermedios. Identificar un mecanismo es encontrar un modus operandi. Es en virtud de esta característica de los mecanismos que se cuestiona la postura de Glennan. Reconocer un mecanismo es hallar una manera típica de obrar; por lo tanto, no puede ser primitiva la verdad de “dado Ci, el mecanismo Mk produjo Ej”. La primera conclusión es, pues, que la metafísica neomecanicista no es singularista. Pero, por otra parte, los mecanismos no son siempre universales. Suelen ser locales, altamente dependientes de las condiciones de entorno. De ahí que, y esta es la segunda conclusión, tampoco pueda afirmarse que la propuesta neomecanicista sostenga una metafísica causal generalista.
Referencia bibliográfica
Hasrun, H. M. (2015) La justificación de los enunciados causales. En: V Jornadas de investigación en Humanidades. Noviembre, 2013. Bahía Blanca, Argentina. Disponible en: http://www.jornadasinvhum.uns.edu.ar/files/5JIeHVol18.pdfColecciones
- Reuniones científicas [1302]