Normas, preferencias sociales e intenciones en dos estudios experimentales sobre corrupción
Fecha
2015Autor
Senci, Carlos Maximiliano
Director
Tohmé, FernandoColaborador
Freidin, EstebanPalabras clave
Derecho; Normas; Preferencias sociales; Corrupción; ExperimentosMetadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Los estudios experimentales sobre corrupción se consideran como un área particular de los estudios más generales sobre preferencias sociales. La tesis que se presenta está compuesta por dos artículos experimentales sobre corrupción, en los cuales se analiza el rol de las preferencias y las intenciones en juegos de corrupción diseñados a tal fin.
En el primer estudio examinamos el llamado “efecto de marco”, es decir, el efecto de que las decisiones que tomamos los individuos son sensibles al contexto en el que se presentan, y el rol de los incentivos egoístas en un juego de corrupción, concebido como una variante de un juego de coima de Abbink et al. (2002). Los efectos de marco varían entre estudios, y los estudios sobre corrupción han reportado resultados mixtos. La literatura sugiere que los efectos de marco pueden estar mediados por los costos morales que inducen en los participantes. Para alcanzar ambos objetivos comparamos un marco abstracto o “libre de contexto” frente a un marco “cargado” en un juego de corrupción. Al mismo tiempo, variamos el monto que los sujetos pueden ganar en los diferentes escenarios lo que nos permite estudiar el punto de quiebre en el que los sujetos pasan de elegir la opción “honesta” a elegir la opción corrupta. Adicionalmente implementamos un test socio-psicológico para investigar hasta qué punto la disposición manipulativa de los participantes puede explicar la variación en el comportamiento individual en los diferentes marcos. Encontramos que los sujetos consistentemente se comportan de manera menos corrupta en el marco cargado. Es más, las medidas comportamentales post-experimento utilizadas proveen soporte parcial a la hipótesis de que las respuestas individuales al marco podrían estar vinculadas a las reacciones suscitadas por el marco cargado, que interpretamos como un incremento del costo moral. El trabajo elabora en mayor detalle la última afirmación.
En el segundo trabajo argumentamos que en la literatura experimental sobre corrupción no se ha tenido en cuenta debidamente el contrato fiduciario que define a la relación entre Principal y Agente. Introducimos un juego experimental en el que el tercero perjudicado por las externalidades es al mismo tiempo el Principal que puede tomar un rol activo o pasivo en el juego. Ser activo significa que puede entrar en un juego de confianza con el Agente, mientras que si es pasivo esa interacción entre Principal y Agente está ausente,
y el primero se transforma en un tercero pasivo. Comparando las dos condiciones, podemos testear hipótesis de la literatura de preferencias sociales, específicamente si los actores exhiben preferencias sociales y si evitan perjudicar a terceros que pueden señalizar intenciones amables. Contraviniendo el abordaje de la teoría de preferencias sociales en corrupción, no encontramos respaldo a la hipótesis de que las intenciones de los terceros que sufren la externalidad puedan disminuir la corrupción. Los análisis subsiguientes no brindan respaldo a la noción de que la reciprocidad entre los actores corruptos esté modulada por las percepciones de amabilidad. Experimental studies on corruption can be considered as a sub-field of the broader area of social preferences. The present thesis is comprised of two experimental papers on corruption, in which we analyze the effect of social preferences and intentions in two games designed for that purpose.
The first paper examines the effects of framing and potential gains in a corruption game, conceived as a variant of Abbink et al’s (2002) bribery game. The effect of framing refers to the fact that individuals’ decisions are sensitive to the context in which they are presented. Studies on framing effects in corruption have reported mixed results. The literature suggests that framing effects might be moderated by psychological or moral costs associated to norm breaking or corruption, which might be differentially stressed by the different frames. To reap both objectives we compare an abstract vs. a loaded framing of the stage game. By incrementally varying the amount which subjects potentially earn throughout several scenarios, we study the tipping point at which subjects switch to the corrupt option. In addition we implement a social-psychological test to assess to what extent personality measures could explain variation in behavior across between subjects’ conditions. We find that subjects consistently exhibit less corruption in the loaded framing. Moreover, post-experimental personality measures add support to the hypothesis that subjects’ responses to frames may be entwined with the emotional reactions cued by them. This paper elaborates further on this topic.
In the second paper we study social preferences and intentions in an experimental game designed to explicitly take into account the fiduciary contract that binds the Principal and the Agent. We cogently argue that this is a structural element of corruption that should be taken into account in any experimental setting. A decisive difference between an ultimatum game or a trust game and any experimental game that realistically intends to mimic corruption is that in the latter case successful corruption imposes a negative externality to a third party. If actors value the welfare of thirds, they will give externalities due weight in their decisions. We developed an experimental game in which the Principal suffering from the negative externalities can take on an active or a passive role. By comparing these two conditions, we can test behavioral predictions coming from the social preferences literature, specifically whether or not actors display social preferences and refrain to harm a third party. Contravening the prominent social preferences’ approaches to corruption, we did not find support for the claim that intentions of thirds play a role in shaping actor’s behavior. Further analyses did not support the notion that reciprocity between corrupt parties is driven by the perception of kindness.
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- Tesis de postgrado [1424]
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