Estudio de la variación del sistema de labranza como aporte al observatorio de prácticas sostenibles para la gestión territorial (partido de Cnel. Rosales)

Abstract

Ordenamiento Territorial (OT) es el conjunto de herramientas o instrumentos empleados para dar respuesta a problemas que surgen de los cambios e incompatibilidades en los usos de los recursos. No hay OT posible si no se conoce previamente el territorio, tal que permita evaluar la situación actual de estas áreas y generar a partir de allí políticas y lineamientos de intervención hacia los escenarios deseados (Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, 2019). Una de las estrategias es la creación de un Observatorio Territorial de Prácticas Sostenibles Locales (OTPSL) (Gudiño, 2017; Vitale et al., 2015). Los observatorios territoriales son herramientas que se emplean para sintetizar información, sistematizarla, organizarla y monitorear diferentes fenómenos. Asimismo, posibilitan la interacción de múltiples usuarios, de carácter público y privado, y la reducción del margen de error en los procesos de toma de decisiones inherentes a los fenómenos que analizan. A tal fin, un observatorio constituye un instrumento de investigación, gestión y divulgación que permite el diseño estructurado de un sistema de indicadores y su medición en el tiempo (Gudiño, 2017). En materia de prácticas agropecuarias, Benoît et al. (2017) destacan que la creación de observatorios locales está en auge en todo el mundo. En la Argentina, los Observatorios Territoriales constituyen un instrumento que INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) ha comenzado a implementar a través de proyectos institucionales. Están diseñados como dispositivos socio-técnicos para comprender las complejidades y las transformaciones territoriales a través de la gestión de la información y el conocimiento, de modo de contribuir a la organización y orientación de la acción colectiva. Estos observatorios permiten vincular a los diversos actores/sujetos en los análisis de dinámica y prospectiva del territorio para identificar y priorizar las políticas públicas de gestión territorial y la planificación institucional en sus diversos niveles (Ledesma, 2017; Vitale et al., 2015). Los territorios observados no necesariamente se apoyan en los límites administrativos existentes,