Resumen
El alojamiento, como elemento clave de la cadena de valor del sector turístico genera, de manera significativa, impactos sobre el ambiente, un consumo elevado de recursos tales como el agua, la energía y de otros materiales, así como también produce emisiones de efluentes líquidos, gases de efecto invernadero, residuos sólidos y desechos producidos por sus operaciones (João Lunkes, Silva da Rosa, 2012). Es por ello, que las organizaciones de alojamiento aplican medidas de responsabilidad ambiental en su actividad, con el fin de atenuar sus efectos sobre el ambiente, generar una percepción óptima de su actividad por parte de la sociedad, y sobre todo del cliente, y, al mismo tiempo, reducir costes (Valle, 2000 en Fenandes Guzzo, Machado do Nascimento, 2013).
En síntesis, se torna indispensable en la actualidad la aplicación de medidas ambientalmente responsables por parte de alojamientos turísticos para la preservación del entorno natural y sociocultural, pero así también, para estimular la sostenibilidad y desarrollo de su actividad.